Acné rosácea o acné del adulto son otros
términos para definir la enfermedad rosácea. En tal caso, la rosácea no debe
confundirse con el acné vulgaris, que consiste en una inflamación de las
glándulas sebáceas que puede aparecer en la cara, espalda y hombros. Tampoco
debe confundirse con la dermatitis seborreica.
La rosácea en un primer momento se muestra
con el síntoma de enrojecimiento repentino de mejillas, nariz y frente (puede
extenderse al mentón), que suele aparecer tras una exposición solar o cuando se
bebe alcohol o se ingieren comidas picantes. Este enrojecimiento comienza a
hacerse cada vez más duradero y a acompañarse con otras manifestaciones, como
teleagiectasia o arañitas vasculares, eritemas, úlceras cutáneas, pápulas
pustulosas, ojos irritados.
Un médico dermatólogo o un médico clínico podrán diagnosticar la rosácea y aconsejar la terapéutica a seguir.
No se conoce de dónde puede provenir la rosácea, aunque se ha observado una mayor prevalencia en las pieles muy blancas o con tendencia al rosado. Puede existir algún componente genético que contribuya a desatar la enfermedad.
Las manifestaciones que presenta la rosácea
son molestas y afectan la estética de la persona, incluso pueden causas estados
depresivos. Por lo general, esta enfermedad cutánea se da más en las mujeres
cuando han ingresado en el período de la menopausia. En el caso de los hombres,
suelen llegar a presentar una nariz bulbosa que se debe a hipertrofia de la
piel o rosácea fimatosa.
Cuando la persona se rasca puede llegar a irritar la piel y a causar infección. Asimismo, puede agravar el estado cutáneo si no se protege de factores externos como el frío o calor intensos, las radiaciones solares, el viento, los baños con agua muy caliente, las comidas picantes o muy calóricas, las bebidas alcohólicas, las cremas inadecuadas o las que tienen corticoides en su composición. La complicación más severa se presenta cuando afecta la vista, por lo que se recomienda tratar la rosácea desde sus primeras manifestaciones.
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Un médico dermatólogo o un médico clínico podrán diagnosticar la rosácea y aconsejar la terapéutica a seguir.
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